los primeros nativos digitales
A la Generación Z pertenecen aquellas personas que nacieron a finales de la década de 1990 hasta inicios del presente milenio.
Esta generación supone una parte importante de la población mundial, lo cual es una razón de peso ya que es uno de los segmentos más atractivos para las empresas. Es por ello que los negocios deben diseñar sus estrategias teniendo en cuenta sus características y otros aspectos relacionados con sus preferencias. En este sentido, el uso de las redes sociales, el marketing de influencia y los youtubers son los canales más adecuados para llegar a ellos. Dado que son los primeros nativos digitales, por lo que para ser atractivos para ellos, es necesario que las empresas realicen la transformación digital.
¿cómo son los miembros de esta generación?
Mientras que los Millennials fueron considerados «pioneros digitales», testigos de la explosión de la tecnología y las redes sociales, la generación Z nació en un mundo de máxima innovación tecnológica, donde la información era accesible de inmediato y las redes sociales eran cada vez más ubicuas.
Mientras que los Millennials alcanzaron la mayoría de edad durante un auge económico, los miembros de la generación Z fueron moldeados por las presiones económicas a las que se enfrentaron sus familias y comunidades. Por lo tanto, valoran la estabilidad que conlleva un gasto conservador, empleos estables e inversiones inteligentes.
En una época de movimientos socio-políticos globales, los Gen Z están utilizando los medios digitales para acelerar el activismo y el cambio social. Con el 60% de la generación Z deseosos de tener su impacto en el mundo, el acto de llevar la política como distintivo es lo que se lleva ahora.
Los activistas de esta generación son conocedores de la tecnología y utilizan los canales sociales como Twitter, Instagram y Facebook, para aumentar aún más la atención en torno a sus causas.
Como consumidores, el comportamiento de la generación Z refleja sus valores y la influencia de un mundo cada vez más digital. Los niños y niñas de la generación Z pueden confiar en su conocimiento tecnológico y en sus extensas redes sociales para tomar decisiones de compra informadas. Su pragmatismo les lleva a explorar y evaluar una gama de opciones antes de decidirse por un producto. Además, es más probable que se dejen influir por las recomendaciones de los usuarios de la vida real que por el respaldo de celebridades.
¿Cómo deben dirigirse los negocios a la Gen Z?
La transformación digital en las empresas es algo esencial para dirigirse a la generación Z. Las empresas deben utilizar nuevos canales y formatos para que el mensaje de su negocio llegue a estos nuevos consumidores.
La GenZ reemplaza dispositivos como la televisión por otras plataformas más sociales como Instagram, Twitter, YouTube o TikTok. Donde se sienten espectadores y creadores de contenido, donde se sienten cómodos para expresar sus gustos y necesidades. Esto puede resultar una gran oportunidad para que las empresas conozcan a su público objetivo.
Se mueven por las redes sociales a diario. Si las empresas no tienen presencia en sus áreas donde pasan gran parte de su tiempo, difícilmente podrán ser suficientemente conocidas o transmitir la confianza que necesitan para interactuar con la marca.
Es especialmente importante que las empresas conozcan las tendencias en un mercado que presenta tantas opciones. Con ello, podrán analizar si su producto o servicio puede llegar a alcanzar el éxito.
La Gen Z también premia la autenticidad, lo que obliga a las empresas a definir bien sus valores y mantenerse fiel a ellos, pues en caso contrario tienden a buscar otras opciones.
Por último, hay que hacer notar que las empresas se pueden beneficiar fuertemente de asociar su marca con influencers que representen sus valores. La razón es que el marketing de influencers es esencial para este público, dado que disfrutan de explorar diferentes puntos de vista y conocer distintas voces. Tienen predilección por contenido entretenido y divertido que destaque lo mejor del estilo de vida: música, comida, moda, videojuegos, humor, etc.