IoT
INTERNET DE LAS COSAS
El Internet de las cosas (Internet of things) habla sobre conectar todo tipo de objetos cotidianos que encontramos en nuestros hogares; TV, ventanas, relojes, nevera, cafetera, equipo de música, etc.
Pero el fin no es solo ejercer control sobre ellos, sino sacar el máximos rendimiento a cada uno de los aparatos que conectan nuestro hogar. En el mundo de los negocios, ha visto una gran oportunidad para sacar un gran rendimiento para así conocer mejor al consumidor como cliente de su producto. El internet de las cosas se ha convertido en una herramienta fundamental para conocer, entre otros, los hábitos de consumo de un producto o servicio.
¿Cómo funciona el IoT?
Los dispositivos IoT se conectan mediante un proceso denominado M2M, machine to machine. En este dos o más dispositivos o máquinas se comunican entre sí utilizando algún tipo de conectividad, sin la necesidad de la intervención de un humano. Una red IoT es una red en la que un nodo central enlaza varios objetos conectados. Los hogares forman una red IoT al estar conectados varios dispositivos a un Reuter.
Aplicaciones del internet de las cosas:
Relojes, pulseras, gafas, etc. inteligentes que ofrecen cierta interacción con el entorno en tiempo real.
Dispositivos que permiten controlar a pacientes fuera del hospital.
Controlar la calidad del aire.
Uso de granjas inteligentes, mediante el uso de la tecnología de riegos se pueden obtener datos sobre el estado y los cultivos.
Utilización de dispositivos que avisan cuándo tu comida está lista, control de la luminosidad de la habitación o temperatura ambiental.
Esta tecnología ayuda a prevenir la caducidad de alimentos, medicamentos, necesidades específicas para determinados productos, pedidos automáticos, etc.
Uso de dispositivos móviles como sensores que aportan datos a través de internet, mostrando las condiciones de la vía, radares fijos y móviles, el tiempo estimado de llegada, atascos, accidentes, etc.
Consiguiendo el control sobre la gestión del agua, la electricidad y el gas.